
Juntos, todo es mejor
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Una costumbre sana es compartir ese momento juntos, aunque implique un auténtico esfuerzo físico y mental ya que refuerza los vínculos familiares, afectando positivamente al desarrollo, sobre todo de los más pequeños.
Cuando la familia se reúne, la conversación fluye, y eso le da la posibilidad a sus miembros de establecer dinámicas de conversación tales como; logros, actividades realizadas o simplemente anécdotas interesantes de lo que haya pasado en el día. La mesa es también un rito, algo que hacemos porque nos gusta, nos invita a compartir un poco lo que somos, y descubrir también al otro.
Les propongo lo siguiente, esta tarde hagan el esfuerzo de comer juntos, como esas viejas tradiciones que merecen vivir para siempre.